¿De qué se trata la Nutrición Funcional?

Nutrición Funcional

La nutrición funcional es un área de la nutrición y tiene su perspectiva en la medicina funcional. El propósito de la Nutrición Funcional es identificar las causas que pueden afectar la interconexión y el funcionamiento perfecto entre los órganos y el metabolismo del cuerpo humano, manteniendo nuestras funciones orgánicas en perfecto equilibrio. Se diferencia de la nutrición clásica porque integra al organismo como un todo en el que se tienen en cuenta aspectos físicos, emocionales y del entorno. Su finalidad es lograr en la persona una vitalidad positiva.

Contrario a la opinión popular, no hay una dieta o un régimen alimenticio que se denomine “funcional”, en lugar de eso, se realiza un plan personalizado para atender un problema específico de salud.

Los desequilibrios nutricionales pueden contribuir o ser la causa de varias enfermedades crónicas, y las intervenciones basadas en la nutrición pueden aliviarlas o resolverlas por completo. Una nutrición adecuada se asocia no sólo a la prevención de enfermedades, sino también a la recuperación quirúrgica. Sin embargo, en las facultades de medicina rara vez se ofrece a los médicos una formación básica en nutrición. Como era de esperarse, muchos pacientes no tienen una nutrición óptima, padecen altos niveles de enfermedades crónicas, y lo más probable es que estén siendo tratados con fármacos, a pesar de la disponibilidad de otras opciones muy eficaces.

Cuando la nutrición de alta calidad se aplica de forma eficaz y sistemática, puede prevenir futuras enfermedades crónicas en adolescentes, mejorar la cognición en personas con demencia, y mejorar los resultados en pacientes sometidos a cirugías oncológicas colorrectales y gastrointestinales, por nombrar algunas. Además, en pacientes hospitalizados por cualquier motivo, el apoyo nutricional se asocia con menos complicaciones infecciosas y estancias más cortas.

Los riesgos de obesidad, diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares están estrechamente relacionados con el estilo de vida, especialmente con las elecciones dietéticas.

La inmunonutrición -la posibilidad de modular la actividad del sistema inmunitario mediante intervenciones con nutrientes específicos- también ha surgido como un concepto clínicamente importante, destacando la importancia de nutrientes como las vitaminas A, C, E y D, el ácido fólico, el betacaroteno y oligoelementos como el zinc, el selenio, el manganeso y el hierro para el microbioma intestinal.

Existe una gran variedad de enfoques para la alimentación basada en plantas, desde dietas de tipo mediterráneo hasta dietas vegetarianas y veganas. El objetivo de las dietas basadas en plantas es maximizar el consumo de alimentos vegetales ricos en nutrientes (verduras, frutas, semillas, guisantes, lentejas y frutos secos) y minimizar los alimentos procesados, los aceites y los alimentos de origen animal (incluidos los lácteos y los huevos). Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de pruebas a favor de las dietas basadas en plantas, incluidos los estudios que muestran que el público en general está dispuesto a adoptarlas, muchos médicos no destacan la importancia de las dietas basadas en plantas como tratamiento de primera línea para las enfermedades crónicas.

También se han investigado las propiedades neuroprotectoras de determinados nutrientes y pautas dietéticas. En dos estudios transversales recientes, el aumento de la calidad de la dieta y el cumplimiento de las pautas dietéticas que hacen hincapié en el consumo de frutas, verduras, pescado y fibra se relacionaron con una mejor cognición entre las personas con y sin deterioro cognitivo. Además, nutrientes específicos como los ácidos grasos omega-3 y la vitamina D, y dietas específicas como la mediterránea y la cetogénica, han salido a la luz en investigaciones recientes sobre enfermedades neurodegenerativas con beneficios sugeridos de prevención, ralentización de la progresión de la enfermedad y mejora de la calidad de vida de los pacientes.

Las intervenciones basadas en la nutrición son componentes fundamentales de muchas estrategias terapéuticas utilizadas para combatir las enfermedades crónicas y restablecer una salud óptima. Estos tratamientos personalizados pueden incluir planes alimentarios terapéuticos modificables que aborden los desequilibrios nutricionales, y la colaboración entre el paciente y el médico es esencial para una implementación satisfactoria.

¿Cómo pueden los médicos utilizar la nutrición funcional para prevenir e incluso revertir eficazmente las enfermedades crónicas, así como para favorecer la salud y el bienestar general? La mejor forma de hacerlo es a través de la educación tanto del paciente como del profesional de la salud. En Lifestyle Biohealth América contamos con una gran variedad de seminarios web gratuitos, incluso contamos con el Curso en Línea: Nutrición Funcional que tiene como objetivo capacitar a los profesionales de la salud en en la práctica avanzada de la evaluación, el diagnóstico, la intervención y el seguimiento personalizados de la nutrición, con el objetivo de promover una salud óptima y prevenir las enfermedades relacionadas con la dieta y el estilo de vida.

Comparta sus comentarios.

* Campos obligatorios. Su dirección de correo electrónico no será publicada.

Open chat
1
Contáctenos
Hola,
¿Podemos Ayudarte?
Ver nuestro aviso de privacidad
(clcic aquí)